Uno de los principales problemas que tienen las ciudades a nivel mundial es la movilidad. Las vías cada vez están más congestionadas, lo que ocasiona un peor tráfico vehicular y, por consiguiente, que las personas se demoren en llegar a sus diferentes destinos.
Es una situación que presenta una variedad de factores y que son comunes en varias partes del mundo. Lo primero que se debe tener en cuenta son las vías. En muchos lugares no son lo suficientemente amplias o se quedan pequeñas ante la gran cantidad de vehículos, evitando que la movilidad sea fluida. Además, las averías en algunas reducen la rapidez. Los reductores de velocidad mal ubicados, semáforos defectuosos y lugares sin señalización son otras causas de los atascos.
Los conductores también tienen responsabilidad. Maniobras imprudentes, bajar la velocidad en lugares que no es necesario hacerlo, no usar direccionales, no mantener la distancia reglamentaria con el auto de adelante, detenerse a recoger pasajeros en cualquier lugar (particulares y transporte público) o el mal estacionamiento hacen parte de los aspectos que afectan el desplazamiento.
La situación es endémica. Por eso, algunos grupos especializados se han dado a la tarea de estudiar el tema, reconocer las ciudades que presentan mayor y menor flujo vehicular, y brindar alternativas para tener un tránsito más limpio. Uno de ellos es Tomtom.
Conocer cómo se comporta el tráfico en el mundo es posible gracias al Tomtom traffic index: una herramienta que evalúa, en tiempo real, los niveles de congestión que se presentan en 416 ciudades de 57 países. Con estos datos, se genera una clasificación que determina qué lugares del mundo presentan mayor densidad de tránsito.
Para lograrlo, se basan en una comunidad de 600 millones de conductores que están reportando, por medio de celulares y tabletas, la fluctuación del tráfico en cualquier ciudad. Con esos números se analiza el tiempo de viaje de un vehículo en momentos de menor congestión y el tiempo que emplea cuando existe mayor aglomeración. El análisis se entrega en forma porcentual, siendo este número el que determina el aumento de tiempo.
En un ejemplo concreto, una ciudad como Bogotá, que tiene índice de congestión del 53 %, un viaje de 30 minutos aumentará su tiempo un 53 % más en horas de mayor aglomeración vehicular. Poniéndolo en términos de tiempo, al recorrido se le añadirían, aproximadamente, 15 minutos.
Basándose en los datos recogidos, Tomtom dio a conocer las ciudades con mayor tráfico en el 2020.
Presentó 66 días con bajo nivel de tráfico y una congestión del 54 %, reduciendo el índice en un 5 %, respecto a 2019.
De los 365 días del año, 133 tuvieron baja densidad. La aglomeración llegó al 53 %.
El embotellamiento promedio fue de un 53 %. En total, fueron 116 días de poco tránsito y, comparándolo con 2019, redujo en un 15 % los niveles de tránsito
También llegó al 53 % de nivel de congestión y alcanzó a tener 128 días con escasa circulación.
Cierra el top 5 con 51 % de agolpamiento de carros. En 88 días del años presentó poco movimiento en sus calles.
Alcanzó apenas un 7 % de congestión.
La densidad del tráfico fue del 8 %.
Tuvo un 8 % y 43 días con bajos niveles.
También mantuvo los niveles en un 8 % de aglomeración.
Otra de las ciudades que mantuvo la cifra reducida con un 8 %. Respecto a 2019, redujo el nivel de congestión en un 4 %.
Las ciudades más importantes del mundo no son ajenas a los embotellamientos. Sin embargo, buscan apaciguar la situación.
Entre las de mayor congestión se encuentran Tokio, con 41 %; Paris, con 32 %; y Londres, que llegó al 31 %. New York ha mejorado considerablemente la movilidad al estar en el 26 %, logrando reducir la cifra en un 11 %.
Madrid es un ejemplo a seguir. La capital española viene tomando una serie de medidas que la han llevado a ser una de las que mejor tasa presenta. El índice de aglomeración es del 15 % y, año tras año, desde el 2018, el número viene decreciendo.
Esto afecta al bolsillo de los conductores, porque hay mayor consumo de combustible. Además, en términos de salud, son bastante perjudiciales. Las personas se estresan fácilmente y la ira aparece como principal reacción. La polución que generan produce problemas respiratorios.
El medio ambiente también padece consecuencias. El hecho de que un carro esté detenido y, a la vez, encendido, aumenta las emisiones de dióxido de carbono, lo que produce efectos negativos en el cambio climático.
En definitiva, no es solo un problema de circulación, sino que, entre peor tráfico vehicular exista en una ciudad, menor es la calidad de vida.
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